A mi juicio, un escritor debe escribir lo que artísticamente le nace, sin hacer concesiones al público, y de la mejor manera posible. Desconfió de los escritores que se proponen deliberadamente escribir para el pueblo, "para los de abajo", como una vez le oí decir a Elvio Romero, un poeta paraguayo. ¿Puede concebirse una postura más anacrónica? Es análoga , en el orden intelectual, a lo que es la beneficencia en el orden social. Y el pueblo también desconfía de estos caritativos escritores que le hacen un favor insigne creyendo ponerse a su nivel. Es más inteligente y perspicaz de lo que ellos suponen. Confía, en cambio, en el escritor que piensa inconscientemente en la posteridad a través de la perfección de su obra; es decir, que piensa en el futuro del pueblo, en el pueblo de mañana. Y el pueblo lo lee, o algún día habrá de leerlo , y algún día habrá de prolongar su obra. Habrá de esmerarse en escribir como él.
José Bianco, Ficción y reflexión, Fondo de Cultura Económica, 2007
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