miércoles, 26 de octubre de 2011

Literatura y ciudad (8)

Los calígrafos
Pablo De Santis

Los calígrafos tienen, sobre una mesa redonda, en una sala lateral que está casi siempre a oscuras, un mapa de la ciudad. Fue dibujado muchos años atrás. Ellos deben corregirlo a medida que la ciudad cambia: la continúa extensión de los límites, la caída de un puente, la clausura de las vías del tren. Con pintura blanca borran las cosas que desaparecen para agregar con tinta china las nuevas: cambios de nombres en las calles, monumentos, parques arrasados, torres de cristal.
La correspondencia entre el plano y la ciudad es tan extrema que si alguien, por descuido, deja caer una gota de pintura blanca en un pequeño sector del mapa, los calígrafos se apuran a cruzar la ciudad para ver la zona que acaba de quedar en ruinas.

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